La formación del profesorado ha sido y sigue siendo un aspecto clave para garantizar la calidad universitaria y para que las transformaciones derivadas del EEES, en el que nos vemos ya inmersos, se desarrollen con éxito. El cambio de cultura universitaria requiere de un personal docente altamente cualificado, caracterizado por su apuesta permanente por la innovación y la mejora de la calidad de los aprendizajes.